Respeto

Sin duda parece un tema de impartición de conducta, sin embargo, no es del todo esa mi intención. Solo quiero motivar o despertar la mente de los que lean esto. Me duele ver que el respeto a los mayores se ha perdido radicalmente. Es muy triste ver cómo muchos abuelos son tratados, ya sea por la calle, en establecimientos, o incluso en su propia casa. Y sin embargo la figura del abuelo debería ser contemplada con admiración, con sumisión ante el que sabe más de la vida, y ante el que ha llegado hasta ahí, labrando los cimientos de lo que ahora respiramos cada uno. Y hablo a nivel familiar, y a nivel general en la sociedad. Porque nuestros padres no estarían donde están si no es por nuestros abuelos, y como consecuencia nosotros. Y porque ,siendo buenas o peores, nuestros abuelos han luchado por diversas causas que hacen que hoy las cosas nos vayan a todos todo lo bien que se puede pedir.
Pero la falta de respeto abarca mucho más, incluyendo practicamente a cada uno de los que interaccionamos en la civilización diaria. (Incluyendo el robo del sillín de la bici de Juan, que por ser aparentemente mi único lector se merece mención especial y total respeto en este blog.)
Así que por esto, voy a publicar ciertas teorías acerca del respeto, para que aquellos que no saben lo que es, renueven su pensamiento.


El hombre debe ser respetado en su naturaleza. Esto es lo referido con lo que llamamos "dignidad humana". El respeto es algo que el hombre debe ser capaz de captar. Es decir, uno debe darse cuenta de que cada uno es centro de su medio ambiente, y debemos evitar interaccionar en el medio ambiente del otro, es decir, respetar los ámbitos de cada uno.
Respetar a los demás es reafirmarlos en su naturaleza y su condición libre. No debemos intentar cambiar a la persona, pues debemos respetarla tal como es. El respeto y la solidaridad entre personas parte de su aspecto biológico libre y con capacidad de autodeterminación, para retroceder y dejar paso al otro.

Sugerencias!!!!!!

Me pregunto si alguien aparte de Juan lee mi blog. Si bien es cierto que me gusta escribir por propio gusto, no estaría de más que quien visitara este blog dejara algún comentario indicativo de si soy interesante, o quizá deba estimular más la mente de los lectores...
Quizá el problema sea mi estado de incógnito, pero lo siento, aún no me he decidido a revelar mi identidad. Sin embargo os voy a dar una pista:

Hace unos días, una amiga, a la que muchos de vosotros conocéis (en realidad no sé muy bien a quién me dirijo..) me mandó un mensaje esporádico, sin motivo aparente, con la única finalidad de reafirmar sus pensamientos entre su círculo de amigos. Así que sospecho, conociéndola, que no soy el único receptor de dicho mensaje. Bueno, os remito el mensaje como pista, y porque realmente está bien. (espero que no se moleste la persona que lo envió porque haga públicos sus pensamientos) :

"La incertidumbre es mi mayor tortura; la impotencia es lo que quema mis venas; y la razón la causa de todos mis males y la que los solventa. Pero sin ello estaría muerta. Envuelta en mareas me mantengo a flote y trato de observar con esperanza los pájaros que vuelan, porque ese es mi único placer: SOÑAR."

Os imagináis....?

"Llora, no te avergüences de tus lágrimas. Si alguien es capaz de llorar, todavía no se ha perdido la esperanza."
Fascinada, pude ver por primera vez el extraño fenómeno de las lágrimas. Brotaban de sus ojos y como cuentas brillantes rodaban por sus mejillas para, en forma de hilillos, ir a perderse entre los pliegues de su vestido, los rizos de su cabello o quién sabía dónde...
Pero yo no había dejado mi asombro dentro de la casa, sino que cruzó conmigo el umbral, como si no pensara en abandonarme.
Una sombra gigantesca se abatió sobre mí, que caí de rodillas y oculté la cara entre las manos. Había visto lo suficiente como para sentir miedo. El cielo ya no era gris, sino que se había tornado completamente azúl, y con un círculo que parecía de fuego brillaba en el centro de él, proyectando sobre la tierra aquella luz que cubría la isal entera. Y aquella sombra que yo veía enredándose entre mis dedos, proyectándose en el suelo y sobre mí... La seguí con mis ojos aterrados hasta dar con ellos. Eran bonsáis. Pero bonsáis gigantes, que brotaban del mismo suelo y parecían querer tocar el cielo, mientras el viento los cimbreaba a su capricho, a uno y otro lado.
Grité con todas mis fuerzas.



Un cuento para niños. Pero quizá no sea tan descabellada la idea de que algún día nadie tendrá sensibilidad para llorar; el cielo se vuelva completamente gris oculto por una capa de ingratitud humana; los árboles no crezcan consumidos por el egocentrismo de la sociedad; y el sol deje de brillar cansado de iluminar las proezas humanas. Yo sí gritaría entonces.

¿Cuál es....?

¿el día más bello?

hoy

¿el obstáculo más grande?

el miedo

¿el error mayor?

abandonarse

¿la raíz de todos los males?

el egoísmo

¿la peor derrota?

el desaliento

¿la primera necesidad?

comunicarse

¿lo que más feliz hace?

ser útil a los demás

¿los mejores profesores?

los niños

¿el misterio más grande?

la muerte

¿el peor defecto?

el mal humor

¿la persona más peligrosa?

la mentirosa

¿el sentimiento más ruin?

el rencor

¿el regalo más bello?

el perdón

¿la ruta más rápida?

el camino correcto

¿la sensación más grata?

la paz interior

¿el resguardo más eficaz?

la sonrisa

¿el mejor remedio?

el optimismo

¿la mayor satisfacción?

el deber cumplido

¿la fuerza más potente del mundo?

la fé

¿la cosa más bella de todas?

el amor

curiosidades

El otro día me compré unos zapatos. Ya sabéis cómo es esto del trabajo, que exige ciertas indumentarias a las que me cuesta habituarme, como traje de chaqueta, corbata, zapatos fashion de ejecutivo... En fín. Pues me compré unos zapatos de esos, y resulta que me hacían daño. Pero yo solo pensé en huir de la dependienta cuando los compraba. Sin duda ella solo pretendía ser amable, pero no me interesaban ninguno de los múltiples modelos que estaba dispuesta a enseñarme, y tampoco el fondo de su canalillo que se apreciaba en cada uno de sus movimientos recogiendo y dejando zapatos. Y sospecho que toda esa amabilidad no era más que una estrategia para conseguir que me llevara unos horribles botines con punta de vaquero...
Ya con los zapatos puestos, de camino al trabajo, empecé a notar cierta incomodidad que fué resultado de una gran ampolla en el talón al final del día....No podía casi ni andar, así que me veía obligado a dar pasos cortos y cautelosos. Y fue entonces cuando me dí cuenta de algo.
Estaba andando despacio, y no veáis el gusto que da. Me dí cuenta de que gran parte del día lo pasaba andando deprisa de aquí para allá. Y sin embargo en ese momento, andando despacio, mi espíritu descansaba, la paz me serenaba, y una sensación de tremendo placer por las cosas me abarcó de pronto.
Las palomas esperaban la sombra de mis zapatos nuevos para dar un salto de 10 cm (no más) en un confiado movimiento de huida. La avenida respiraba tranquilidad, solo algún chiquillo que otro paseando al perro. El olor a café se escapaba de los bares, invadiendo las aceras, e invitando a disfrutar de un momento de tranquilidad. Y fue entonces cuando escuché la melodía de una guitarra. No veía a nadie, no encontraba la fuente de esa música tranquila, sentida y acompañada de una voz rasgada. De pronto descubrí un túnel que atravesaba por debajo de la calle. Y allí estaba. Un hombre con aspecto sucio y de larga barba blanca. Pasé por su lado, y quise pararme a escuchar, pero fue en ese momento cuando el hombre se detuvo, me miró, y sintiendo invadida su intimidad cogió su litrona, su guitarra, se levantó, y se fue camino de algún lugar donde poder expresar sus penas sin que nadie buscara la gorra para echarle unas monedas.
Y yo me quedé parado, contemplando mis zapatos nuevos. Como un niño que aplasta las flores del jardín con el balón. Como Kwaku fuera de su cuento. Como si toda la armonía hubiera desaparecido cual delicada porcelana al romperse.
Pero está ahí siempre, el encanto de las cosas. Como una luciérnaga en la noche, como un rayo de luz que se cuela por la ventana, como un soplido de viento que ondea las sábanas tendidas.... Siempre ahí. Discreto y escondido esperando que alguien perciba su presencia.

Esencia de hombre

Gran parte de mi interés personal en esta vida ha ido dedicado a descubrir la esencia del hombre, en entender sus reacciones, sus motivaciones, sus inquietudes. En comprender cómo el hombre puede cometer las mayores atrocidades y ser lo que llamamos de forma incorrecta, inhumano.
Mi opinión es que todo forma parte de la esencia humana. Sólo el hombre es capaz de cometer barbaridades que ofenden a la naturaleza. Sólo él es capaz de escapar de las leyes que alguien creó como parte del equilibrio natural de la vida. Y es hombre el que desafía continuamente a Dios y a la vida. Y es la vida la que le pone a prueba con situaciones extremas. La naturaleza puede desvelar del hombre sus más primarias conductas, relatado por ejemplo en "el señor de las moscas", demostrando que no son éstas ajenas al hombre, sino que solo están reprimidas por la racionalidad humana en un mundo de civilización. Solo basta con poner al hombre en situación extrema para que la conducta de éste se vea alterada, dejando de lado los principios racionales, y actuando simplemente según su esencia humana.
Y de pronto me encuentro con que, al igual que todas las cosas en esta vida, no soy el único que se las ha cuestionado, y alguien ya dejó escrito su pensamiento en algún libro que espera ser leído y despertar la inquietud de aquellos que ignoran lo que son. Sin duda hay mejores palabras que las mías para hacerse comprender:

"Pensé y pensé de qué manera podría un hombre llegar a ser así, hasta que me daba cuenta de que yo mismo era de aquella manera, en todo, menos en aceptar el consentimiento formal de la acción."
"No existe un hombre realmente bueno hasta que no sepa realmente cuán malo puede llegar a ser; hasta que no se ha dado cuenta de ello con exactitud, puede hablar desdeñosamente con fanfarronería, palabrería y discusión acerca de los criminales, como si estos fueran simios de la selva y habitaran a millares de kilómetros; hasta que no se halla desprendido de su autoengaño; hasta que no ha expelido de su alma la última gota de la esencia de los fariseos; y hasta el momento en que no tenga la convicción de que ha capturado a un criminal y lo tiene bien guardado debajo de su propio sombrero."
G.K.C

un año

Todo lo que dejamos atrás en nuestro camino... Pasó un año más, con la rapidez que se consume una vela; con la intensidad que quema la llama, a veces más azúl, a veces más naranja; con la discreción con que alumbra la mecha.... Un año.... Mucho para perderlo, poco para añorarlo. 31.536.000 segundos de nuestra vida, de los cuales solo recordaremos una pequeñísima parte. Y esos pequeños instantes se mezclarán con los demás recuerdos en un saco en el que predomina el tiempo indefinido, la clasificación por "épocas". Un año.... Mucho para perderlo, poco para añorarlo. Un pequeño grano de nuestro montón de arena.



Los recuerdos a veces están ahí sin que lo sepamos. El otro día encontré en la buhardilla, entre mis viejos apuntes unas fotos viejas, una agenda, unas cartas.... En fín, cosas de las que no me acordaba, pero que al verlas trajeron a mi mente un montón de recuerdos. Quiero hacer especial mención a una carta que recibí en la universidad. De una persona que aprecio muchísimo, y en la que procuro no pensar, pues a veces duele. Porque recordar cosas trae consigo sentimientos que uno había procurado enterrar.

En la carta dice algo que me volvió a conmover como la primera vez que lo leí:

"los héroes no suelen pensar con la cabeza, los héroes saben cómo luchar, tienen la técnica, pero el empuje y la voluntad son totalmente sentimentales. Todo lo hacen porque creen que vale la pena luchar y morir en el intento. Y saben que si mueren será por una causa justa y valiosa, y que se les tomará en cuenta en el cielo"

Y firma: "con esperanza".


Cojamos lo poco que tengamos y afrontemos nuestro camino con valentía y con espíritu luchador. Seamos héroes, y luchemos por defender nuestras ilusiones, nuestras esperanzas, y nuestro mundo.