Tertulias para "ladrones y caballeros..."
No es otro mi cometido que continuar un duelo de opiniones con estos señores que espero se den por aludidos. Y es que un fuerte movimiento de masas nos dispersó y acabó con nuestra interesante, aunque de momento poco productiva, tertulia. Motivada por llegar a una conclusión, recuperé uno de mis escritos cuando pasé por mi hogar para cenar. Lo metí en mi zurrón con intención de dárselo a "Caballero" y salí en busca de una intensa discusión. Pero no conseguimos encontrarnos.... Así que aquí estoy haciendo transmisión de mis manuscritos:
Pobres de aquellos que reniegan de sí mismos al ocultar sus pensamientos.
Cobardes todos los que temen liberar el fuego que arde en sus corazones.
Necios los que se atreven a pronunciar palabras que no sienten, como ondeando bandera que no poseen.
Temibles aquellos que ignoran la tierra que pisan en su camino.
Temibles para los que el fin justifica los medios.
Serán puestas en juicio por uno mismo las consecuencias de un hacer sin sentido.
Y uno mismo no encontrará defensa para un hacer sin causa, y dará sentencia.
Temible para uno mismo ser aquello que tememos.
Seré justo contigo, pues mereces conocer la verdad.
Seré justo contigo, y si quieres te dejaré marchar.
Seré justo contigo, y no te pediré nada.
Seré justo contigo, porque lo exige mi honestidad.
Y ondeé mi bandera con orgullo, porque mis derrotas son victoria.
No temo ser derrotado, no temo a mis sentimientos, no reniego de mis pensamientos.
Regocija mi alma saber que soy honesto y cumplo conmigo mismo.
Regocija mi alma perder luchando cara a cara.
Regocija mi alma saber que soy sincero.
Sincero, porque sin eso no soy nada.
Pobres de aquellos que reniegan de sí mismos al ocultar sus pensamientos.
Cobardes todos los que temen liberar el fuego que arde en sus corazones.
Necios los que se atreven a pronunciar palabras que no sienten, como ondeando bandera que no poseen.
Temibles aquellos que ignoran la tierra que pisan en su camino.
Temibles para los que el fin justifica los medios.
Serán puestas en juicio por uno mismo las consecuencias de un hacer sin sentido.
Y uno mismo no encontrará defensa para un hacer sin causa, y dará sentencia.
Temible para uno mismo ser aquello que tememos.
Seré justo contigo, pues mereces conocer la verdad.
Seré justo contigo, y si quieres te dejaré marchar.
Seré justo contigo, y no te pediré nada.
Seré justo contigo, porque lo exige mi honestidad.
Y ondeé mi bandera con orgullo, porque mis derrotas son victoria.
No temo ser derrotado, no temo a mis sentimientos, no reniego de mis pensamientos.
Regocija mi alma saber que soy honesto y cumplo conmigo mismo.
Regocija mi alma perder luchando cara a cara.
Regocija mi alma saber que soy sincero.
Sincero, porque sin eso no soy nada.
posted by kwaku Ananse at 4:11 AM
10 Comments:
Creo q esos ideales son admirables y soy de la opinión de q todo sería + sencilo y - sufrido si todos fueramos + sinceros y dejáramos de callarns tantas cosas. Por eso espero q no cambies nunca.
Pero volviendo a cierta discusón q pille empezada, una cosa son los ideales y otra la realidad.Rara vez somos completamente sinceros sin tener algo q nos cubra, aunq sea a medias, las espaldas;y salvo excepciones muy, pero q muy, contadas la sinceridad no suele ser nuestra 1ªcarta, sino q callamos y esperamos ¿o no?La verdad es sencilla, pero siempre elegimos el camino complicao.
Weno q me enrollo, muy bonito el post "sinceramente".
Rob.
Tienes razón en el hecho de que son muchas las excepciones para esta regla. Es cierto también que muchas veces la verdad no conviene por los motivos que sean, y es mejor callarse pero pierdes la oportunidad de ser sincero.Pero si cuando merece la pena, uno es capaz de lanzarse contra sus miedos a cuerpo desnudo, habremos ganado algo.
estan bien tus bienaventuranzas pero lo que ladrón y yo te discutíamos es que tú no funcionas como dices funcionar, y sigo pensando igual.
1abrazo,
cuidate
comtrapeso: ( lo anterior ha quedado realmente seco)
no entro a judgar tu manera real de funcionar pero juegas con el misterio, cosa inevitable en las relaciones humanas, por mucho que te empeñes en que vas en todo momento con la verdad por delante. prueba de ello es tu pseudónimo. y no digo que jugar con el misterio sea mentir, pero tampoco eres un libro abierto.
siento parecer tajante, pero me pongo al nivel de las bienaventuranzas
ciao
Lans: El misterio permanece en la medida en que desconocemos algo, y se va desvaneciendo cuando nos acercamos.De cada uno depende resolver el misterio. Yo solo creo el suspense, doy pistas. Y el que quede intrigado querrá llegar al fondo de la cuestión. Y el que no, se quitará de en medio sin molestar. Por eso mis pistas son sinceras. "Esto es lo que hay, si te gusta te quedas, si no te vas."
Todos guardamos con recelo algún misterio.
Mi falsa personalidad no fue sino una forma de crear la intriga, de plantear el misterio a aquellos que nunca se lo habían planteado. Lo hubiera hecho desde el principio con mi identidad verdadera, pero lo cierto es que muchos lo hubieran leído con otros ojos de saber quién era. Entre ellos Juan.
Por cierto, fue muy decepcionante que todos se sorprendieran tanto al conocer mi verdadera identidad, como si nunca hubieran pensado que de mí pudieran salir tales reflexiones. Fue como una gran derrota en mi plan de las bienaventuranzas, pero a la vez un triunfo con la introducción del suspense.
¿Puedo decir algo?
Nada más limpio que la verdad. El misterio cansa, pesa, desanima, aburre, quita tiempo, no deja avanzar.
La verdad, es sencilla, limpia, ánima, ahorra tiempo, es útil.
Y el silencio no tiene nada que decir.
Un saludo,
Tx
¿Puedo decir algo?
Nada más limpio que la verdad. El misterio cansa, pesa, desanima, aburre, quita tiempo, no deja avanzar.
La verdad, es sencilla, limpia, ánima, ahorra tiempo, es útil.
Y el silencio no tiene nada que decir.
Un saludo,
Tx
Estoy contigo Chuy. Pero te equivocas con una cosa. El silencio a veces dice mucho más que cualquier otra cosa. El silencio es parte de esa verdad que somos. El silencio revela lo que con palabras no hace justicia. No es el silencio el que no dice nada, sino la persona, que lo usa sin decir nada.
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