Reflexiones de una mala noche
Mis propias conclusiones en determinados momentos, me llevan a replantearme cosas de mi propia persona. Así que la imposibilidad de dormir esta noche, me entretuvo pensando entre vuelta y vuelta, buscando postura.
Una de mis preocupaciones ha sido la huella que he dejado en cada una de las personas que he conocido. En cada una de mis parejas, o en cada uno de mis amigos y amigas. Y me he dado cuenta de un montón de cosas sin aclarar, de un montón de cosas sin confesar, de un montón de revelaciones que hacer. Tareas pendientes que fui dejando pasar y que han permanecido ahí como un peso del que liberarme. Así que dedico esta entrada a todos aquellos y a todas aquellas que fueron, son y serán siempre parte de mi vida.
Encuentros afortunados por caminos insospechados. Descubrí en tí un tesoro de cal y arena. El sudor de un camino difícil, los lamentos de un alma inquieta, las alegrías de un buscador de sueños...
Encuentros fortuitos en noches de luna llena, recorrí tu cuerpo desnudo llegando hasta tu alma. Tuve tu mente y tu cuerpo entre mis manos, y tus besos no me hicieron falta...
Tus ojos fueron mi puerta de entrada, tus palabras la canción de tu alma.
Te llevé dentro de mí, pensaras lo que pensaras.
Y ahora te tengo dentro, como madera tallada.
Encuentros insospechados en momentos inesperados. Caminos que se encuentran y ya nunca se separan. Cicatrices recuperadas y el perdón de mi alma. Porque las cadenas que nos aten no pueden ser malas.
Cada mirada, cada gesto, cada palabra. Cada uno de vosotros ha ido llenando mi alma. Por eso es que siempre formaréis parte de mí, porque yo os robé los secretos que con recelo guardabais, porque yo me llevé vuestra faceta mejor guardada.
Todos los que habéis pasado por mi vida, habéis dejado algo por el camino. Todo mi afecto, y mi mejor deseo. No lo olvidéis nunca.
Gracias a todos.
Una de mis preocupaciones ha sido la huella que he dejado en cada una de las personas que he conocido. En cada una de mis parejas, o en cada uno de mis amigos y amigas. Y me he dado cuenta de un montón de cosas sin aclarar, de un montón de cosas sin confesar, de un montón de revelaciones que hacer. Tareas pendientes que fui dejando pasar y que han permanecido ahí como un peso del que liberarme. Así que dedico esta entrada a todos aquellos y a todas aquellas que fueron, son y serán siempre parte de mi vida.
Encuentros afortunados por caminos insospechados. Descubrí en tí un tesoro de cal y arena. El sudor de un camino difícil, los lamentos de un alma inquieta, las alegrías de un buscador de sueños...
Encuentros fortuitos en noches de luna llena, recorrí tu cuerpo desnudo llegando hasta tu alma. Tuve tu mente y tu cuerpo entre mis manos, y tus besos no me hicieron falta...
Tus ojos fueron mi puerta de entrada, tus palabras la canción de tu alma.
Te llevé dentro de mí, pensaras lo que pensaras.
Y ahora te tengo dentro, como madera tallada.
Encuentros insospechados en momentos inesperados. Caminos que se encuentran y ya nunca se separan. Cicatrices recuperadas y el perdón de mi alma. Porque las cadenas que nos aten no pueden ser malas.
Cada mirada, cada gesto, cada palabra. Cada uno de vosotros ha ido llenando mi alma. Por eso es que siempre formaréis parte de mí, porque yo os robé los secretos que con recelo guardabais, porque yo me llevé vuestra faceta mejor guardada.
Todos los que habéis pasado por mi vida, habéis dejado algo por el camino. Todo mi afecto, y mi mejor deseo. No lo olvidéis nunca.
Gracias a todos.
3 Comments:
Es curioso, últimamente me ha dado por pensar algo parecido... Sobre la gente que me rodea, cuando me he portado mal con ellos y sin embargo no me han quitado la sonrisa. Bueno... bonito detalle acordárte de tus arraigados
Siento que no lo he expresado como quisiera, y que aún debería decir más cosas. Sin embargo mi estado de incógnito me hace permanecer prudente y en cierta manera ambiguo a la hora de escribir sobre situaciones que puedan descubrir mi identidad. Siento que le debo aún cosas a mucha gente, que se merece saber lo que pienso de ella. Y es que a veces leer entre líneas no es fácil, y las cosas se suelen malentender. Es bueno aclarar los malentendidos con la gente que quieres, y dejarles claro que los quieres.
Una reflexión muy bella,pero con un horizonte quizá muy cercano, pues no solo quien tú crees, te rodea y determina algún parámetro sobre tu persona, sino también aquellos de cuya existencia nunca conocerás, fluyen por tu vida e influyen en tu ser, como los eslabones de una gran cadena sin fin transmiten su energía y su vida a todos los demás sin llegar jamás a tocarse. Y aunque a ellos no vaya dirigida es ta misiva, bien es cierto que deberías buscarles un rincón o un momento en tu reflexión.
Plebeyo.
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