Sunday, February 19, 2006

Viernes

Viernes. Me levanté. Las 8:30. Ya no llego a clase de 9. Voy a la de 10. De camino a la facultad me encuentro a una de clase. Me entero de que ya no hay más clase. Mi reacción se ve suavizada por mi todavía presente estado de empanamiento postfiesta. Acabo desayunando por segunda vez con las madrugadoras que habían llegado a clase de 8.
Lo siguiente fue convencer a Lans de que no podía poner una foto de una menor de edad en el periódico sin consentimiento de su madre, y menos como carátula de Eureka. Así que el resultado fue una foto, mucho más emblemática, de Teo.
Tarde de no hacer nada. Me llaman para echar un "partidillo" de fútbol. Yo me imagino algo de cachondeo en plan tranquis, como cuando echamos partido en yamagutxi. Sin embargo mi buena fé me hizo acabar derrapando sobre el cesped al "estilo superman", o lo que vulgarmente se llama en plancha, con las consecuentes heridas de guerra. Sin embargo mis tres goles dejaron ver "el hombre que llevo dentro". Y la verdad, no sé si eso es un factor positivo para mi reputación como mujer, porque en el fondo a los tíos les molan las mujeres delicadas y sensibles al dolor, que no juegan al fútbol, y que si se caen lloran... Pero bueno, en el fondo soy muy femenina... No os dejéis engañar por mi buena reputación futbolística...jeje.
A pesar de las agujetas normales tras un año de sedentarismo después de la última carrera esporádica, la fiesta volvió a llamar a la puerta, esta vez con mayor número de participantes. De esta noche, muy risiva, debo destacar el 5.3 de vegetal que fue el promotor de que las copas subieran chocando en el centro para bajar después vaciándose en nuestras bocas, una y otra vez, a intervalos de 3 minutos. Esto, claro está, para los que no teníamos los morros ocupados en otras cosas....jeje
Conclusión: Producción excesiva de ácido láctico para un solo día, con secuelas muy muy incómodas al día siguiente.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

ahí menos

6:16 PM  

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